Hoy te traigo una receta que acabo de probar y fue todo un éxito en casa.

Uno de los desayunos típicos franceses es el famoso croissant con mantequilla y mermelada;  a mis hijos y a mi marido les fascina. ¡Y para que me hago… a mí también!

De verdad es algo delicioso. Sin embargo, no es la forma más saludable de comenzar el día porque es una bomba de azúcar y grasa. Si ya tienes mi e-book donde comparto los 8 secretos para dejar de hacer dieta de una vez por todas, entenderás de qué te hablo.

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Bueno, volviendo al tema de la mermelada. Recorrí todos los pasillos de varios supermercados buscando una opción más saludable, pero lo mejor que encontré fueron opciones únicamente reducidas en azúcar o llenas de edulcorantes.

Así que me di a la tarea de hacerla en casa… y quedó realmente deliciosa. No es muy dulce, por lo que puedes ajustar su sabor con unas gotas de stevia antes de envasarla.

¡Lleva solo 3 ingredientes! Y agua… (que yo la verdad no lo cuento como ingrediente) y en 30 minutos la tienes lista. Frambuesas, naranja y pera! Eso es todo lo que necesitas para hacerla. Nada de azúcar ni ningún otro tipo de endulzante. Aunque como te comentaba en el párrafo anterior, si te parece que le falta un poco de dulzor, puedes agregarle unas gotitas de stevia al final.

Normalmente las mermeladas se logran por la mezcla de la acidez de la fruta con el azúcar y se forma una sustancia conocida como pectina que le da la textura de gel.

En este caso, la pera y la naranja son las encargadas de ayudarnos a darle esa textura a nuestra mermelada. Digamos que son las que aportan la pectina. Y así podemos tener una mermelada totalmente libre de azúcar.

¡Super!, ¿no?

Creo que tardé menos tiempo en hacerla, que en recorrer los pasillos buscando la mejor opción comercial en el súper.

En casa la disfrutamos mucho en la mañana con unos panecillos de avena y yogurt que hace mi marido, que próximamente te compartiré y también la utilizamos como topping para un cheesecake de yogurt que hizo Alex mi hijo el otro día. (Si, si! Soy mamá gallina). Me encanta poder transmitirles a mis hijos el amor por la cocina y la salud.

Como ves, somos toda una familia cocinera… pero siempre buscando alternativas saludables y deliciosas para seguir disfrutando de la vida sin privarnos de comer cosas ricas. Y si me lo permites, te las seguiré compartiendo a través de mis redes sociales.

¿Ya me sigues?

¡Te mando un gran abrazo y hasta la próxima!